En los tiempos que vivimos y con tantas reformas
en todos los niveles, yo apuesto por la diversidad desde un enfoque
intercultural, donde reconocemos la diversidad como característica de todo ser
humano y forma parte de la vida misma. Normalmente, desde el sistema social y
educativo, se atiende a ella desde las diferencias culturales, realizando una
clasificación y jerarquización social que de ninguna forma procede, ya que
estigmatizamos las mismas. Si atendemos solo a las diferencias de una forma
generalizada, parece que el único objetivo que se pretende es homogeneizar,
dando énfasis en la similitud de los individuos y perdiendo todos los alumnos
que se encuentran en esos parámetros imaginarios que hemos creado.
¡Qué pena! el partir desde una homogeneidad donde
el crecimiento es nulo, ya que si vemos que no es así, nos dedicamos a crear
elementos para homogeneizarlos y castrar cualquier florecimiento de imaginación
y ser únicos, con lo que esto puede aportar al resto del grupo, en un
enriquecimiento mutuo, de dones y capacidades, Donde el alumno tendría la
oportunidad de ser protagonista de su propio proceso de aprendizaje., porque
eso es la educación (o debería ser), un proceso de aprendizaje a lo largo de la
vida, propio , en relación e interacción con los demás, nadie gana y nadie
pierde es un proceso de crecimiento individual que se favorece y enriquece con
el otro.
Todo esto
para que se pueda realizar conlleva disminuir ratio en cuanto alumnado (más
gasto de dinero en Educación) , aumentar profesionales especializados que
ayuden a los educadores en las aulas, para tratar a las personas de un grupo (más
inversión en educación),recursos accesibles a todos los profesionales( más
gasto de dinero en educación).Todo lo
dicho anteriormente no es competencia de los educadores sino de la política
educativa y de los responsables de la misma.
¿Podemos nosotros hacer algo?
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